Cómo ayudar a tus alumnos/as a sacar lo mejor de sí al hacer un examen.
Estamos en la recta final del curso, y se acercan los exámenes. ¿Te gustaría ayudar a tus alumnos y alumnas a afrontar cada examen con mejor actitud y motivación? Es bastante sencillo.
Evidentemente no hay fórmulas mágicas, y sin haber estudiado o atendido en clase, difícilmente alguien puede aprobar un examen aunque tenga toda la motivación del mundo. Pero la clave está en que partir de un contexto que reduce el estrés y el nerviosismo propio de los exámenes, añadiendo un estímulo extra de motivación e inspiración, puede ayudar a los alumnos/as a gestionar sus emociones y enfocar mejor la atención, sacándole partido a la memoria y a la creatividad, lo que puede contribuir notablemente a la mejora de sus resultados.
Mi experiencia me ha enseñado que hay al menos dos factores determinantes a la hora de conseguir esta meta. En primer lugar, la relajación del momento previo y el clima emocional de la clase. Podrías dedicar unas palabras a calmar el ambiente, mostrando tranquilidad o podrías introducir música que sea lo suficientemente relajante pero a la vez que inspire a la acción. Podrías también utilizar la técnica del mindfulness o la meditación en un minuto para gestionar el estrés y alcanzar un estado de atención plena que facilite la realización del examen. En muchas clases utilizo esta técnica antes de empezar, consiguiendo mejorar la atención y concentración en el alumnado. Es más, muchas veces me piden que comencemos la clase meditando. Dedicaré otro post a profundizar en esta técnica. Ahora, me gustaría recomendar un libro de Daniel J. Siegel, doctor en Medicina por la Universidad de Harvard, director del Mindsight Institute y codirector del Mindful Awareness Research Centre de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA). Su libro se llama Cerebro y mindfulness. La reflexión y la atención plena para cultivar el bienestar. Muchas de sus propuestas se aplican a programas educativos de todo el mundo, lo que hace especialmente interesante y valiosa su lectura.
Sin embargo, hoy me quiero centrar en una técnica muy sencilla y a la vez de gran eficacia que consiste en añadir al clásico encabezamiento con los datos y las preguntas, unas líneas con un mensaje creativo e inspirador, dirigido a motivar e inspirar. Suelo introducir una cita relacionada con el tema o la materia del examen además de frases motivadoras y elementos de conexión con ideas y experiencias vividas en clase, creando una especie de marco cognitivo (Fillmore, 1982) o modelo cognitivo idealizado (Lakoff, 1987) que favorece la inmersión en el tema del que van a examinarse. Los resultados suelen ser muy satisfactorios, según me comunican en numerosas ocasiones: desde el agradecimiento por el apoyo y el ánimo recibidos, hasta las caras de complicidad, entusiasmo y alegría. Incluso a veces me piden una copia del examen para llevárselas de recuerdo, algo que me resulta de lo más satisfactorio.
Me inspiré en dos profesores, Rafael Soto y José Luis López López, cada uno con su estilo particular, aunque estuve probando y ensayando varias veces hasta mejorar la técnica y conseguir mejores resultados. Este punto es muy importante. Creo que toda técnica debe mostrar tu sello personal, porque así ganas naturalidad, coherencia y fluidez. Por eso, te invito a inspirarte en ella, como yo hice, para cambiarla y probarla y conseguir tu propia manera. Y si quieres, puedes compartir en los comentarios tus experiencias, reflexiones y resultados para enriquecernos conjuntamente y empezar un debate interesante.
Para terminar, me gustaría ofreceros varios ejemplos de esta técnica y darte las gracias por acompañarme en este viaje al crecimiento como docentes aprendiendo a divertirte enseñando. Un fuerte abrazo y ¡hasta la próxima!
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